martes, noviembre 14, 2006

CORRÍ




Pero corrí y no te encontré

Me quedé mojada ... afuera.. sola

Grité y grité y no me escuchaste

Mis voz se perdió en el más allá


Di muchos tropiezos..

Cayendo al piso sin tu soporte

Lloré en el piso

Sin nadie que me abrazara



Sentí el frío de la lluvia helada

La ciudad no era compañía

Y me paré de nuevo a intentarlo

Las piernas temblaban ya demasiado



Un intento tras otro

Postrada en el piso finalmente

Ni el cuerpo ni la mente me responde

Estoy cansada..


se escucha===> Outside, de Staind

3 comentarios:

•°¤*(£AURA)*¤°• dijo...

a veces hay que sentir el olor de la tierra, de la lluvia, del frio y de la soledad para despertar y encontrar que todo viene de nosotros, y que solo nosotros dependemos de que nuestras lagrimas no nos dejen morir, pero no nos sigan hiriendo mas. te quiero mucho, y aunque cuando caigas no este para abrazarte siempre vas a ser una personita muy importante en mi vida. te adoro.

Laura

Anónimo dijo...

aaay tan lindo que te salio eso mi angieta bonieta!

Coprólalo dijo...

Lo importante de este relato disfrazado de poema se reduce a la última línea. (Si soy tan repetitivo con las tal vez peyorativas referencias a la falta de carácter poético lo hago porque el alma de un poeta no se engaña a sí misma, y estos choques la despiertan, aunque no debería estarme justificando). Nada me produjo nada, excepto ese Estoy cansada, me hace pensar en lo que viene después, pues todos hemos sentido el frío de la lluvia, es obvio que en ocasiones la ciudad no es compañía, las piernas no cesan de temblar y lógicamente el cansancio es el mismo, lo que viene después me deja dudando, ¿será lo mismo?