CORRÍ
Pero corrí y no te encontré
Me quedé mojada ... afuera.. sola
Grité y grité y no me escuchaste
Mis voz se perdió en el más allá
Di muchos tropiezos..
Cayendo al piso sin tu soporte
Lloré en el piso
Sin nadie que me abrazara
Sentí el frío de la lluvia helada
La ciudad no era compañía
Y me paré de nuevo a intentarlo
Las piernas temblaban ya demasiado
Un intento tras otro
Postrada en el piso finalmente
Ni el cuerpo ni la mente me responde
Estoy cansada..
se escucha===> Outside, de Staind
3 comentarios:
a veces hay que sentir el olor de la tierra, de la lluvia, del frio y de la soledad para despertar y encontrar que todo viene de nosotros, y que solo nosotros dependemos de que nuestras lagrimas no nos dejen morir, pero no nos sigan hiriendo mas. te quiero mucho, y aunque cuando caigas no este para abrazarte siempre vas a ser una personita muy importante en mi vida. te adoro.
Laura
aaay tan lindo que te salio eso mi angieta bonieta!
Lo importante de este relato disfrazado de poema se reduce a la última línea. (Si soy tan repetitivo con las tal vez peyorativas referencias a la falta de carácter poético lo hago porque el alma de un poeta no se engaña a sí misma, y estos choques la despiertan, aunque no debería estarme justificando). Nada me produjo nada, excepto ese Estoy cansada, me hace pensar en lo que viene después, pues todos hemos sentido el frío de la lluvia, es obvio que en ocasiones la ciudad no es compañía, las piernas no cesan de temblar y lógicamente el cansancio es el mismo, lo que viene después me deja dudando, ¿será lo mismo?
Publicar un comentario